Ya sé que es un lugar común, pero no es literatura de lo que estamos hablando. Pasa en la calle, en las bancas de las plazas, en las cafeterías iluminadas y también en los umbrales de las puertas que una vez nos recibieron con alegría. Es un cuento que más vale creer, para resistirse dignamente a la realidad.
Si, posiblemente cuando te lo digan, se te empiece a henchir el pecho, con una sensación de grandeza, porque pobrecita la persona que te lo confiesa apesadumbrada, que tiene un problema existencial a resolverse con terapia extrema, pero mientras tú fantaseas con que serás la primera persona que llame cuando se le pase, ya va doblando la esquina en compañía de su verdadero motivo.
Haces bien, quienes ya no creemos en esa historia, la escuchamos con una sonrisa fingida, diciendo para adentro “qué suerte la mía, de tanta tontería que se le pudo ocurrir, viene y me suelta este guión de bajo presupuesto”. En todo caso, igual es mejor despedirse con ese abrazo de actuación magistral, con ese corte de “cómo te quiero, pero esto está más allá de mi alcance”, y dependiendo del presupuesto, mandarse al Himalaya, a los Alpes Suizos, al Amazonas o en el peor de los escenarios financieros, proponerte al fin leer todos esos libros a los que no les has quitado ni el plástico por andar, según tú, cuidando tu relación.
Pero hazlo, porque si te animas a encontrarte con amistades que tenías abandonadas, a frecuentar lugares por la nostalgia y a buscarle deliberadamente en donde crees que va a estar para que al verte se cure milagrosamente, es probable que te encuentres el cuadro aleccionador de esa persona y su verdadero motivo, compartiendo el postre con una sola cucharita.
Vaya…entonces, ya sabes, la próxima vez que alguien te diga “No eres tú, soy yo…” mejor créele, crécete y piérdete del mapa. Cuando te toque decirlo, sabrás exactamente de qué estoy hablando.
Buen martes!
Cualquier cosa que sucede tiene algún motivo aunque en principio no parezca así.
ResponderEliminarSi eso quedó dicho demuestra que las cosas no andaban bien por alguno de sus lados, al final, como dices, le queda a uno tiempo para hacer otras cosas que definitivamente deben hacerse porque si uno se pone a pensar en eso mucho, realmente duele. Besos Lucy y feliz cumpleaños!
El Q..! Como siempre la pizca de realidad en el plato...Mira, además me mandaron este videíto para aderezar con más verdades: http://youtu.be/u-h-eTcQiHs
ResponderEliminarY que linda foto la que acompaña la entrada de hoy, guapa. Asi si me gustaría quitarme la desilusión, en la playa y con semejante compañía. Gracias por el link y sigue mandandome mas, que me gustan.
ResponderEliminarEsto era lo que hubiera querido escuchar cuando tanto sufrí por salvar un amor que no valía la pena.
ResponderEliminarYo lo he dicho muchas veces. me gusta jugar un rato y me aburro, pero la tipa no se quiere ir, no se aburre como yo. las tipas son mas comprometidas que uno. quierne jugar a la casita. en serio el problema es uno.
ResponderEliminarDicen que enamorar a una persona sin tener la intención de amarla es la mayor cobardía en el amor. Yo lo creo. Me parece injusto despegarse con excusas baratas, que digan la verdad. Me gustan los cuentos, pero no este tipo de cuentos.
ResponderEliminarGenial. Seguiré el consejo. Cuentazo!
ResponderEliminarEl problema es que si nada está prometido nadie debería sentirse mal si todo acaba.
ResponderEliminarSaludos a tod@s!
No se aflijan... ni se aflojen, que si hoy no les quieren, mañana habrá quien le aproveche. Lo importante es que se me cultiven, que no dejen de leer, porque es la mejor manera de crecer el espíritu y el conocimiento. Leer es como vivir dos veces. Se me cuidan y olvídense de sus penas, que sólo penas dan!
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