Fuente: http://goo.gl/jOuwDM |
Fui la
semana pasada -y exactamente el martes pasado de estreno y medio precio- a ver Invasión, un
filme-documental sobre lo sucedido el 20 de diciembre de 1989 en la ciudad de
Panamá. Es mala educación contar las películas y no tendría ninguna gracia que
me pusiera a dar lujos y detalles cuando la película está en cartelera y que
además vale mucho la pena verla, solamente diré que lo que me impactó es la
contrariedad entre las opiniones de los
propios panameños sobre el suceso, unos lloran y otros siguen celebrando, unos
piden que esto debe ser contado en las aulas e investigado para que se sepa la
verdad que se ha ocultado amañadamente y otros prefieren simplemente olvidar.
Vayan a
verla, si pueden hoy mismo, lleven a los niños que no hay escenas para taparles
los ojos y luego háblenles sin temores sobre su opinión, vayan con familiares,
los amigos y/o el pay, después de todo para eso son los documentales ¿No? Para dejar
una duda en las mentes y fomentar espacios de discusión en todos lados sin
discriminar entre la academia, el círculo social o los colegas del trabajo, sin
lugar a dudas que este es también un cuento, triste o célebre según el
individuo, pero indiscutiblemente impactante ¡Buena esa por el cine nacional! Se
necesita más gente proactiva moviendo esto, por lo cual no puede pasar
desapercibida la felicitación a toda esa gente detrás de las cámaras y al mismo
Abner Benaim que también asumió el rol de entrevistador.
También fui a verla y me impresionó ver esos tres tonos juntos, intercalados, así como somos en este país. Mucho contraste en la opinión y también en los intereses. El diálogo está cortado como nación y este trabajo lo pone de manifiesto. Oye... la nunciatura era como un parque de diversiones en esa época!!!
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