martes, 1 de julio de 2003

la primera y la última de Julio...

Esa noche fue la última vez que nos vimos en Mi Habana. Detrás del último parroquiano saliéron las sillas, las mesas, las velitas y los amores que se consentían entre las paredes rojas de nuestro huequito en la inmensa noche de la ciudad.

Antes de salir, por supuesto que nos declaramos en franca terquedad y anunciamos mudar El Cuento de los Martes a la casa ajena, la mía, la tuya, la de quien sea...mientras conseguimos otro nidito de amor como el que nos pesaba dejar.

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