martes, 20 de enero de 2009

L a T u l i v i e j a

Este martes regreso de las montañas del sur de Veraguas con barro en los zapatos, mucha energía, y sobre todo recuerdos de la niñez.  Entre ellos, uno de los personajes más famosos de América Latina:  La Tulivieja, también conocida como La Tepesa o La Llorona.  

Uno no puede haber tenido una niñez completa sin haber gozado de cuentos como La Tulivieja.  Esta historia responde a la función tradicional del cuento, que - según cuentan - era la de recogimiento para los más pequeños e incluso para la familia entera.  Era al rededor de las abuelas y abuelos en donde iban a parar las tardes y las prima-noches de la comunidad.  Los primeros cuentos terminaban siempre con una íntima necesidad de obedecer, de "portarse bien", de recogerse...o en otros casos, de jugar con la psiquis de los más débiles para hacerles sentir miedo.  

Parte del cuento es que siempre hay alguien que jura haberla visto, o por lo menos haberla "sentido" cerca.  Es entonces cuando este cuento crece y cobra nueva vida.  Se hace otra historia y se goza como la original.  A mi me contaron que a la mamá de mi cuñado La Tepesa le amarró el cabello con el de la prima mientras dormían, también me dijeron que un borracho la llevó a caballo durante toda la noche y cuando llegó a su casa sólo llevaba un vestido blanco colgado de la montura.  En todos los casos ella sólo quería preguntar por el hijo que había perdido, ella sólo quería arrepentirse del pecado que ahora "le pesa", ese que la hace "La llorona".    Otra vez, el relato solamente advierte a las más jovencitas a portarse bien, a las mujeres a que se queden en su casa con sus hijos y se olviden de sus falsas ilusiones, de sus pasiones y de cualquier cosa que crean que puedan ser, porque el arrepentimiento será para siempre.

2 comentarios:

  1. Si es cierto, yo todavia recuerdo esos cuentos, que miedo, pero cuando uno va creciendo y se da cuenta del impacto que tuvieron en nosotros para "portarnos bien"...los seguimos utilizando con nuestros hijos. Y así se va de generación en generación. La verdad, si creo que funcionan.

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  2. tal vez ella misma sea la tulivieja,jjajajjaa

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